Poda de rosas.-

Rosa híbrida de té /pintura Sylvia E.

Poda del rosal: Híbridos de Té

La forma que se busca en los Híbridos de Té, la clásica, es en copa. Se trata de mantener 3,4,5 ó máximo 6 ramas principales que ocupen armoniosamente el espacio, procurando un centro más o menos despejado.
n Rosal que no se podase nunca, se convertiría en una masa enmarañada, con ramas vivas y otras muertas, con tallos pequeños y débiles y produciría flores de escasa calidad.

Cada año, la poda consistirá en cortar todos los tallos del año anterior que ya florecieron, dejando 4 ó 5 yemas procurando dar el corte justo por encima de una yema orientada hacia fuera para así evitar que se crucen muchas ramas en el centro.

PODA DE ROSALES: Floribundas y Polyanthas
En este grupo la poda no es tan fuerte como los Híbridos de Té.

Debemos conseguir un arbusto con 4, 5 ó 6 ramas principales (su estructura base). Se podan los brotes del año anterior a más o menos la mitad de su longitud.

Algunos tallos viejos se podan intensamente a unos pocos centímetros del suelo, para que rebroten y se renueven.
Poda del rosal trepador
La poda anual es ligera y consiste en recortar a 3 ó 5 yemas lo que ha crecido en el año , y suprimir por la base todos los brotes que sean débiles o mal formados. En realidad, es despuntar las ramas laterales que hayan florecido.

Poda de Rosal mini o miniatura.

• Se tratan como si fuera el recorte de un seto.

• Su poda consiste en cortar a la mitad todas las ramas del arbustillo. Para esto es mejor usar unas tijeras cortacésped.

Época de poda. Como todos los tipos, los rosales deben podarse en invierno. En climas suaves, puede hacerse en pleno invierno, pero en zonas más frías, con heladas intensas, es mejor a finales del invierno. • Los cortes siempre deben hacerse limpios, con herramientas perfectamente afiladas, y un poquito por encima de una yema (1 cm.).
 • Los cortes siempre deben hacerse limpios, con herramientas perfectamente afiladas, y un poquito por encima de una yema (1 cm.).


 Elimina ramas secas, muertas, dañadas o enfermas. Para saber si una rama está muerta, la superficie que se ve tras el corte del tallo es de color marrón; si está viva es de color blanco.